Ética

 INTELECTUALISMO MORAL: La tesis esencial del intelectualismo moral es la siguiente: la experiencia moral se basa en el conocimiento del bien. Sólo si se conoce qué es el bien y la justicia se puede realizar el bien y la justicia. Sócrates hace las siguientes consideraciones a sus conciudadanos: cuando uno de vosotros está enfermo no propone una votación entre los miembros de la familia para establecer qué remedio es adecuado para curar la enfermedad: ocurre más bien que llama al médico y se somete a su juicio y recomendaciones; cuando un ejército quiere derrotar al enemigo no se realiza una consulta popular para establecer el modo de atacar, es el estratega quien decide el modo de dirigir a los soldados y plantear las batallas; cuando queremos levantar un edificio no hacemos una votación para decidir el modo de construirlo, dejamos que sea el arquitecto quien imponga su criterio. Y pregunta a continuación Sócrates: ¿Por qué cuando se trata de lo más importante de todo, que es el bien de la ciudad y las leyes que son adecuadas para la convivencia entre los ciudadanos, dejamos que todo el mundo opine y nos sometemos a la mayoría y no llamamos a aquél que sabe?
      Para el intelectualismo moral los asuntos morales y políticos tienen que ser cosa de expertos. Esta propuesta socrática puede dar lugar a interpretaciones políticas antidemocráticas y elitistas (como, por cierto, se ve claramente en la filosofía política de su discípulo Platón).

-Temed al amor de la mujer más que al odio del hombre.

 

BIOGRAFÍA:

Nació en Antigua Atenas, donde vivió durante los dos últimos tercios del siglo V a. C., la época más espléndida en la historia de su ciudad natal, y de toda la antigua Grecia. Fue hijo de Sofronisco – motivo por el que en su juventud lo llamaban Sōkrátēs iōs Sōfronískos (‘Sócrates hijo de Sofronisco’) –, de profesión cantero, y de Fainarate comadrona, emparentados con Aristides el Justo.
Según Plutarco, cuando Sócrates nació su padre recibió del oráculo el consejo de dejar crecer a su hijo a su aire, sin oponerse a su voluntad ni reprimirle sus impulsos. No obstante, ni Jenofonte ni Platón mencionan esta intervención del oráculo, lo que hace pensar que pueda ser una tradición popular muy posterior.
Desde muy joven, llamó la atención de los que lo rodeaban por la agudeza de sus razonam,iento y su facilidad de palabra, además de la fina ironía con la que salpicaba sus tertulias con los ciudadanos jóvenes aristocráticos de Atenas, a quienes les preguntaba sobre su confianza en opiniones populares, aunque muy a menudo él no les ofrecía ninguna enseñanza.

Se casó con Xantipa (o Jantipa), que era de familia noble. Según una tradición antigua, trataba muy mal al filósofo, aunque en realidad Platón muestra, al narrar la muerte de Sócrates en el Fedón, una relación normal e incluso buena entre los dos.


  

GRUPOS SOCIALES: 
Según el pensamiento político de Platón, la República se organiza correctamente cuando se estructura armónicamente en tres grupos sociales, cada uno de ellos con una función específica que desarrollar. Los gobernantes han de ser los sabios, capaces de trasladar a la sociedad la perfecta idea de bien que ellos conocen. Su virtud fundamental es la sabiduría. Los guardianes tienen como misión la defensa de la ciudad y su virtud ha de ser el valor. Los artesanos tienen la misión de producir y su virtud ha de ser la moderación. La ciudad será justa cuando exista armonía entre las tres clases y cada una de ellas cumpla su función adecuadamente.
ÁMBITOS EN LOS QUE SE DÁ: 
Modo de vincularse el Mundo Sensible con el Mundo Inteligible gracias al cual las cosas físicas gozan de cierto ser e inteligibilidad. Platón considera que el verdadero ser pertenece a las Ideas y en su conjunto al Mundo Inteligible. Sin embargo, a diferencia de lo que parece defender Parménides, no niega toda realidad a las cosas físicas o perceptibles ni al conjunto de ellas o Mundo Sensible. Las cosas visibles tienen ser pero no un ser perfecto ni genuino: son como sombras de la auténtica realidad. Las cosas del mundo sensible tienen realidad en la medida en que en ellas de alguna manera participan de las entidades universales o Ideas. En algunos textos nos dice que el Mundo Sensible «participa» del ser del Mundo Inteligible y en otros que «imita» dicho ser.